Mucha gente cree que la fotografía es un arte sencillo. Todo lo que necesitas es una cámara y algo de habilidad para hacer buenas fotos, ¿verdad? Sin embargo, hay muchos errores que cometen los nuevos fotógrafos y que pueden arruinar tus fotos. En esta entrada del blog, voy a enumerar siete de los errores más comunes y cómo evitarlos. Así que si te estás iniciando en la fotografía, ¡no dejes de leer este post!
No usar el modo Manual (ni saber utilizarlo)
Utilizar los modos automático o semi automático es fácil y rápido, pero te limitará en muchos aspectos. La limitación más evidente es que tu cámara elegirá una combinación específica de apertura/obturación/ISO para cada disparo, que no siempre será la mejor opción para el momento en el que te encuentres.
Para evitar este problema, pasa al modo manual. En el modo manual tienes un control total sobre todas las variables de la exposición, por lo que puedes controlar completamente la cantidad de luz que llega a tu sensor. Esto te permite crear imágenes con más profundidad y ambiente, así como manipular el desenfoque de movimiento si es necesario y dicho sea de paso, ser más creativo.
Usar el flash integrado de la cámara
La fotografía con flash es difícil y requiere mucha práctica para dominarla. No se puede confiar en el típico flash incorporado para obtener resultados interesantes o precisos (a menos que se trate de una unidad externa de alta calidad, lo cual también te va a resultar algo costoso).
Muchos fotógrafos cometen el error de utilizar el flash incorporado de su cámara cada vez que hacen fotos en el exterior: ¡no lo hagas! Te dará fotos de aspecto plano, con sombras duras y puntos ultra brillantes que no se pueden arreglar después.
Deberías considerar la posibilidad de comprar un flash independiente lo antes posible si quieres mejorar las condiciones de iluminación al hacer fotos en el exterior. No son baratos, pero la inversión merece la pena, ¡créeme!
No tener en cuenta la distancia focal al encuadrar una toma
Uno de los errores más comunes que cometen los principiantes es no tener en cuenta la distancia focal a la hora de encuadrar una foto. Este error suele dar lugar a fotos demasiado cerradas o demasiado anchas, y ninguna de ellas queda bien.
La solución a este problema es sencilla: tómate tu tiempo para encuadrar bien la escena, prestando atención a cómo afectarán las distintas distancias focales a la composición final. No es necesario hacer fotos en primer plano todo el tiempo; a veces es bueno alejarse y mostrar más del entorno. Además, si disparas en el tamaño máximo que tu cámara te permite, siempre tienes la opción de reencuadrar un poco (¡un poco!) en postproducción usando Lightroom o Photoshop. No es que con los otros tamaños no puedas, pero al recortar la imagen en postproducción vas a perder unos píxeles muy valiosos, sobretodo, si vas a usar esas imágenes en tamaños grandes de impresión. Sea como sea, lo más aconsejable es que encuadres lo más parecido a la toma final.
No usar el RAW
Para los que no lo sepan, los archivos RAW son las versiones no procesadas de tus fotos. Contienen mucha más información que los JPEG y te ofrecen resultados mucho mejores al editarlos posteriormente en Photoshop o Lightroom. Si todavía no utilizas el RAW, ¡empieza a hacerlo! Te sorprenderá la diferencia que supone, aunque también generarás archivos mucho más pesados.
No calibrar tu monitor
Este es un error que veo que comete mucha gente, especialmente los principiantes. No calibran sus monitores y, como resultado, nunca pueden estar seguros de si los colores de sus fotos son precisos o no.
Para evitarlo, utiliza una herramienta de calibración como SpyderCHECKR para asegurarte de que tu monitor muestra los colores correctamente.
No tener baterías ni tarjetas de memoria de repuesto
Este error puede costarte fácilmente mucho dinero y traerte bastantes problemas, incluso mucho más de lo que te costarían un par de baterías o tarjetas de memoria de repuesto. Asegúrate de llevar siempre baterías y tarjetas de memoria de repuesto, especialmente cuando viajes o trabajes fuera de tu estudio. ¡No querrás quedarte sin batería ni espacio de almacenamiento en mitad de una sesión fotográfica!
No leer el manual de la cámara
Nadie que yo conozca, NADIE se ha leído el manual de su cámara. ¿Cómo pretendes saber utilizar todas las funcionalidades que te ofrece esa cámara que tanto dinero te ha costado? Créeme, muchas de las respuestas a tus preguntas se encuentran en ese librito que tienes, pero siempre has ignorado.
Para conocer mejor tu cámara y sus posibilidades, tienes que leer el manual o, de lo contrario, lo más probable es que no encuentres las funcionalidades que estás buscando y tal vez no estés exprimiendo el equipo que tanto dinero te ha costado.
Conclusión
A lo largo de mis años de experiencia he podido ver cómo algunos fotógrafos principiantes, o incluso algún profesional, cometen algunos de estos graves errores. Evitarlos te ayudará a hacer mejores fotos, ser más productivo y a mejorar tus habilidades mucho más rápido. La práctica hace la perfección, ¡así que sigue disparando y aprendiendo cosas nuevas!